Trabajo 1: Transgénidos (entregados)
Trabajo 2: Carta del jefe indio-Planeta libre-salud
Trabajo 3: Drogas - salud
Examen: tema 3 y 4 y vídeo de la comida industrial
viernes, 27 de febrero de 2015
jueves, 19 de febrero de 2015
CMC: SALUD PÚBLICA
COMIDA ADICTIVA: DESEO, NO NECESIDAD
https://www.youtube.com/watch?v=Nc-X2BD9e00
AZÚCAR
https://www.youtube.com/watch?v=6C8p-LtvRgs
https://www.youtube.com/watch?v=MNVNghI0FIU
lunes, 16 de febrero de 2015
Vídeo El mundo interior, en sus propias palabras. . C.G.Jung
http://www.youtube.com/watch?v=-qxz1YfJOgQ
Vídeo Psicología de nuestra sobra, neurosis y depresión según C.G.Jung.
Centro Sistémico de Terapia y desarrollo Humano. Puebla, México
http://www.youtube.com/watch?v=xwJJ9FkghWM
C. G. JUNG
0. EL
INCONSCIENTE COLECTIVO
Según
Jung, existen dos tipos de inconsciente: el inconsciente personal y el colectivo.
El inconsciente personal contiene todas las experiencias, no conscientes, que atañen
a la vida y la historia personal del individuo. El inconsciente colectivo se
refiere a un conocimiento universal heredado que constituye un patrimonio de la
humanidad presente en la mente individual. También se le denomina mente arcaica
y, últimamente, mente filogenética. Allí se alojan experiencias, tendencias,
conocimientos que atañen al pasado de una familia, de los pueblos y de la raza
humana.
Desde
esta perspectiva, el concepto de inconsciente colectivo indica que el ser humano
posee un potencial de sabiduría que va mucho más allá de lo que habitualmente usa
y aplica.
1. LOS
ARQUETIPOS
C.G.
Jung (1875-1961) fue el primero que habló de arquetipos en el ámbito de la psicología. La exploración de las
profundidades de la psique lo llevó a estudiar exhaustivamente la filosofía, la
mitología, la alquimia, las religiones orientales y el misticismo occidental.
Paralelamente se interesó también en el estudio del tarot, el I Ching, la
astrología, los ovnis, los mandalas y las culturas de los pueblos primitivos. Jung
revolucionó el paradigma mecanicista de la psicología, recalcando la
importancia del inconsciente por encima del consciente, de lo misterioso en
lugar de lo conocido, de lo místico en lugar de lo científico, de lo creativo
en lugar de lo productivo.
Entendía el inconsciente como algo que iba mucho más allá de lo personal e individual. Además del inconsciente individual, hablaba de un inconsciente universal y suprapersonal al que denominó inconsciente colectivo. Este, que es el mismo para toda la humanidad, contiene la inmensa herencia psíquica de la evolución humana. Los arquetipos son los contenidos o estructuras de este inconsciente colectivo.
Jung descubrió que existen símbolos de naturaleza universal, a los que llama arquetipos, que se relacionan con una serie de experiencias comunes en distintos pueblos y culturas (el embarazo y el parto, la infancia, la vejez y la muerte, el amor, la búsqueda, la lucha,.). Son experiencias compartidas por los seres humanos en todas las épocas, que recogen una sabiduría común a toda la humanidad. Estas experiencias se organizan en campos comunes (arquetipos) dentro del inconsciente colectivo. De este modo nos encontramos con arquetipos como el de madre, niñ@, amante, guerrer@, sabi@, etc. Los arquetipos aparecen en forma de "personajes" en los mitos y cuentos de hadas de todos los pueblos, dando voz al inconsciente colectivo. Hoy en día los encontramos también en el cine, la literatura, el arte, la publicidad, etc.
La relación entre experiencias y arquetipos es dinámica y bidireccional, de modo que no sólo las experiencias contribuyen a que se formen y actualicen los arquetipos, sino que a su vez éstos operan en la vida de todo ser humano produciendo un impacto directo sobre su psicología. Aunque se trata de experiencias comunes, producen un impacto diferente en cada persona y por eso se registran de distinto modo en el inconsciente personal. Los arquetipos funcionan como patrones subyacentes a partir de los cuales se configura la estructura individual; funcionan como modelos psicológicos, emocionales, de conducta y relacionales, que influyen y determinan, por lo tanto, nuestra psicología, nuestras emociones, nuestra conducta y nuestras relaciones.
Jung distinguía entre arquetipos e imágenes arquetípicas. Nos dice que los arquetipos mismos carecen de forma y que no son visualizables; "el arquetipo, como tal es un factor que pertenece, por así decirlo, al extremo invisible y ultravioleta del espectro psíquico". Según él, no puede comprenderse directamente por análisis intelectual, el intelecto no puede contenerlo ni alcanzar las profundidades de sus múltiples significados; solo podemos sentirlo cuando se llena de contenido individual.
En realidad, lo que llega a nuestra consciencia son siempre las imágenes arquetípicas, o sea, las manifestaciones concretas y particulares de los arquetipos. Pueden llegar a través de sueños, sensaciones, imágenes o palabras, y suelen ser percibidas como independientes de nuestra experiencia personal. A veces llegan como algo nuevo, desconocido, y esto hace que su impacto sea muy poderoso.
Las imágenes arquetípicas están conectadas con el pasado y también con el futuro. Por eso, son transformadoras. Jung decía: "el Yo no sólo contiene el depósito y la totalidad de la vida pasada, sino que también es un punto de arranque, el suelo fértil a partir del cual brotará toda vida futura". De este modo las imágenes pueden funcionar como guía, como líneas indicadoras que nos muestran el camino, aunque sin obligarnos a seguirlo.
Además de la capacidad de intuir, Jung también reconoce en los arquetipos la posibilidad de hacerse con todo el control de la psique y "poseer" al individuo. De hecho, cuando un arquetipo se expresa de forma inconsciente, puede poseernos y determinarnos, mostrando en la mayoría de los casos su faceta negativa. En cambio, si lo acercamos al consciente y aprendemos de él, recuperaremos el poder de elección y podremos adecuarlo a nuestra individualidad, ampliando nuestro potencial y expresándolo de la forma que nosotr@s prefiramos.
Para explicitar la cualidad esencial de los arquetipos, Jung utiliza la palabra “luminosidad” y con ella se refiere a su carácter sagrado. Reflejan y favorecen la experiencia de los divino. Aproximarse a los arquetipos significa acercarse a lo numinoso.
Así pues, los arquetipos son los arquitectos de nuestra vida. Desarrollar la visión simbólica y arquetípica nos ayuda a comprender nuestra existencia y nuestro objetivo vital. Permite también ver la vida con un grado de claridad espiritual que ayuda a curar heridas emocionales y espirituales acumuladas, y hace posible sentir la guía divina en nuestra alma.
Entendía el inconsciente como algo que iba mucho más allá de lo personal e individual. Además del inconsciente individual, hablaba de un inconsciente universal y suprapersonal al que denominó inconsciente colectivo. Este, que es el mismo para toda la humanidad, contiene la inmensa herencia psíquica de la evolución humana. Los arquetipos son los contenidos o estructuras de este inconsciente colectivo.
Jung descubrió que existen símbolos de naturaleza universal, a los que llama arquetipos, que se relacionan con una serie de experiencias comunes en distintos pueblos y culturas (el embarazo y el parto, la infancia, la vejez y la muerte, el amor, la búsqueda, la lucha,.). Son experiencias compartidas por los seres humanos en todas las épocas, que recogen una sabiduría común a toda la humanidad. Estas experiencias se organizan en campos comunes (arquetipos) dentro del inconsciente colectivo. De este modo nos encontramos con arquetipos como el de madre, niñ@, amante, guerrer@, sabi@, etc. Los arquetipos aparecen en forma de "personajes" en los mitos y cuentos de hadas de todos los pueblos, dando voz al inconsciente colectivo. Hoy en día los encontramos también en el cine, la literatura, el arte, la publicidad, etc.
La relación entre experiencias y arquetipos es dinámica y bidireccional, de modo que no sólo las experiencias contribuyen a que se formen y actualicen los arquetipos, sino que a su vez éstos operan en la vida de todo ser humano produciendo un impacto directo sobre su psicología. Aunque se trata de experiencias comunes, producen un impacto diferente en cada persona y por eso se registran de distinto modo en el inconsciente personal. Los arquetipos funcionan como patrones subyacentes a partir de los cuales se configura la estructura individual; funcionan como modelos psicológicos, emocionales, de conducta y relacionales, que influyen y determinan, por lo tanto, nuestra psicología, nuestras emociones, nuestra conducta y nuestras relaciones.
Jung distinguía entre arquetipos e imágenes arquetípicas. Nos dice que los arquetipos mismos carecen de forma y que no son visualizables; "el arquetipo, como tal es un factor que pertenece, por así decirlo, al extremo invisible y ultravioleta del espectro psíquico". Según él, no puede comprenderse directamente por análisis intelectual, el intelecto no puede contenerlo ni alcanzar las profundidades de sus múltiples significados; solo podemos sentirlo cuando se llena de contenido individual.
En realidad, lo que llega a nuestra consciencia son siempre las imágenes arquetípicas, o sea, las manifestaciones concretas y particulares de los arquetipos. Pueden llegar a través de sueños, sensaciones, imágenes o palabras, y suelen ser percibidas como independientes de nuestra experiencia personal. A veces llegan como algo nuevo, desconocido, y esto hace que su impacto sea muy poderoso.
Las imágenes arquetípicas están conectadas con el pasado y también con el futuro. Por eso, son transformadoras. Jung decía: "el Yo no sólo contiene el depósito y la totalidad de la vida pasada, sino que también es un punto de arranque, el suelo fértil a partir del cual brotará toda vida futura". De este modo las imágenes pueden funcionar como guía, como líneas indicadoras que nos muestran el camino, aunque sin obligarnos a seguirlo.
Además de la capacidad de intuir, Jung también reconoce en los arquetipos la posibilidad de hacerse con todo el control de la psique y "poseer" al individuo. De hecho, cuando un arquetipo se expresa de forma inconsciente, puede poseernos y determinarnos, mostrando en la mayoría de los casos su faceta negativa. En cambio, si lo acercamos al consciente y aprendemos de él, recuperaremos el poder de elección y podremos adecuarlo a nuestra individualidad, ampliando nuestro potencial y expresándolo de la forma que nosotr@s prefiramos.
Para explicitar la cualidad esencial de los arquetipos, Jung utiliza la palabra “luminosidad” y con ella se refiere a su carácter sagrado. Reflejan y favorecen la experiencia de los divino. Aproximarse a los arquetipos significa acercarse a lo numinoso.
Así pues, los arquetipos son los arquitectos de nuestra vida. Desarrollar la visión simbólica y arquetípica nos ayuda a comprender nuestra existencia y nuestro objetivo vital. Permite también ver la vida con un grado de claridad espiritual que ayuda a curar heridas emocionales y espirituales acumuladas, y hace posible sentir la guía divina en nuestra alma.
2. ANIMA Y ANIMUS
Podría
decirse que desde el punto de vista de la psique somos bisexuales, esto es, que
las mujeres llevamos en nuestro inconsciente la experiencia de lo
masculino y los hombres llevan la experiencia de lo femenino. Jung denominó
Ánimus al lado inconsciente masculino de la mujer y Ánima al lado inconsciente femenino del hombre.
El Ánimus en la mujer se formaría a partir de la relación con
su padre, o figura paterna sustituta, de sus primeros maestros, de un abuelo,
de un hermano mayor o de cualquier figura masculina relevante en sus primeros
años. Esta relación influirá en sus relaciones futuras con el sexo masculino,
en la elección de sus parejas y en cómo las vive. Si la imagen con el padre es
negativa, débil o poco sana, probablemente tendremos cuando adultas
dificultades en la relación con nuestra parte masculina.
El Ánimus
es al mismo tiempo una fuerza positiva y negativa para la mujer. En su imagen
negativa es un destructor de lo femenino y carga todas las representaciones del
lado oscuro del ser hombre: violador, asesino, Barbaazul, controlador,
maltratador, vampiro, etc. Un Ánimus negativo se come los objetivos de la mujer
impidiéndole realizarlos y alimentando inseguridad en ella; también un Ánimus
débil puede causar que una mujer se relacione más con su parte masculina que
femenina y que en su vida compita con los hombres, endureciéndose y alejándose
de su lado femenino. Un Ánimus positivo, por el contrario, encarna los mejores
valores de lo masculino y ayuda a la mujer a llegar a su alma, construyéndole
un puente hacia su interior, proveyéndole de iniciativa, arrojo, metas claras,
objetividad y sabiduría, sin destruir su lado femenino.
El Ánima en el hombre se formaría principalmente con la imagen
que un niño tiene de su madre o la figura materna sustituta. Influirán luego la
imagen de sus maestras, abuelas, nanas o cualquier figura femenina relevante en
la infancia de ese hombre. El ánima le provee al hombre de la capacidad de
amar, de tener sentimientos, de reconocer sus debilidades y estados de ánimo, desarrollar
la intuición y lasensibilidad. Al Igual que el Ánimus el Ánima puede tener
tanto una fuerza positiva como negativa.
Un Ánima
negativa puede aparecer en los sueños representada por un arquetipo que
representa los aspectos negativos del arquetipo femenino, que pueden asociarse
con la forma de una vampiresa, sirenas que con su canto embrujan para luego
atrapar, prostitutas, brujas devoradoras.
Un Ánima
negativa carga con todos los aspectos toscos con que asociamos lo femenino: la
irritabilidad, lo ilógico, lo caótico, la detención, el miedo. Un hombre con un
ánima negativa puede convertirse en un Don Juan, en un hombre duro que no pone
sentimientos en lo que hace, o en un devorador de mujeres que teme ser
devorado. Una madre posesiva, sobreprotectora, castradora de la masculinidad de
su hijo contribuye al desarrollo de un Ánima negativa.
Un Ánima positiva por
el contrario ayuda al hombre a explorar su inconsciente, a conocer sus sentimientos,
a encontrar una pareja adecuada y a expresar su masculinidad en equilibrio con
su parte femenina.
3. EL
ENCUENTRO CON LA PROPIA SOMBRA
El
encuentro con la sombra implica una confrontación
con uno mismo en el más amplio sentido de la palabra. Es decir, un
encuentro con lo inconsciente, con aquella parte de la personalidad de la cual
no siempre nos damos cuenta, pero que ejerce un efecto en nuestra vida que
puede llegar a sorprendernos. En los sueños, en las imágenes que surgen en la
mente, en la creación, en la intuición, en la obra de arte, en las experiencias
que trascienden la realidad concreta, en los actos fallidos, en los lapsus de memoria,
en los síntomas neuróticos…, se está manifestando esa parte de la psique.
De
acuerdo con la psicología de C.G. Jung, la sombra está constituida por el conjunto
de las frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores, inseguridades,
rencor y agresividad que se alojan en lo inconsciente del ser humano formando
un complejo, muchas veces, disociado de la consciencia. La sombra contiene todo
lo negativo de la personalidad que el yo, que es el centro rector de la parte consciente,
no está siempre en condiciones de asumir y que, por lo mismo, puede llegar
a frenar
la manifestación de nuestra auténtica forma de ser y de sentir.
En
términos generales, la sombra corresponde a la parte oscura del alma de todo ser
humano Expresado de otro modo, podemos decir que, en esa parcela de lo
inconsciente, se reúnen todas las miserias humanas que atañen al individuo y a
las colectividades: experiencias, sentimientos, imágenes, símbolos que pueden
ser personales y universales.
La
maldad, el egoísmo, la envidia, el ansia de dominio y de poder, la avidez por
el dinero, los celos, la avaricia, la cursilería, holgazanería, presuntuosidad,
indolencia, negligencia, la manipulación, la cobardía y muchos de nuestros
miedos son emociones y sentimientos que no resultan fáciles de reconocer como
componentes de nuestra personalidad.
Muchas
veces nos damos cuenta de ellos cuando nos inducen a conflictos con los demás,
a manifestaciones agresivas inesperadas, a sentimientos de culpa, a muestras de
egoísmo y hasta depresiones inexplicables y que, sobre todo, no encajan con la imagen que tenemos de
nosotros mismos ni con la imagen social que queremos dar.
Normalmente,
cuando el individuo no puede asumir esas características en sí mismo, las
atribuye a los demás, esto es las
proyecta en los otros. Así, podemos ver reflejados nuestros propios
defectos, o limitaciones, en las actitudes negativas que adoptamos hacia los
que nos rodean. Cuando los prejuicios y la crítica exacerbada nos impiden
relacionarnos con los vecinos, con los colegas, con las otras razas, con los extranjeros…,
está funcionando la sombra individual como una parte no integrada de la psique.
Pero también los grupos, las familias, las organizaciones y los diferentes
componentes de la estructura social tienen su propia sombra.
Esta gran
carga de negatividad conlleva un inmenso potencial de energía psicológica que
puede llegar a invadir la consciencia produciendo unos efectos lamentables para
las relaciones humanas. La capacidad destructiva de la sombra es muy poderosa y
es responsabilidad individual luchar por su integración en la personalidad total para conseguir transformar esa
misma energía en creatividad. Cuando esto ocurre se produce un crecimiento de
la confianza en nuestras capacidades reales y la aceptación de las limitaciones
que todo ser humano tiene activándose el potencial de desarrollo que hasta
entonces no fluía. Entonces la creatividad se manifiesta en todos los niveles
de la vida.
Se ha
dicho que la idea de la sombra de la teoría de Jung podría ser equivalente al
concepto de inconsciente de Freud; sin embargo, la concepción energética de la psique
de Jung implica la posibilidad de transformación de lo destructivo en constructivo,
de lo instintivo negativo en energía vital.
Sombra personal y sobre colectiva: Existe una sombra personal que
corresponde a los aspectos negativos individuales y una sombra colectiva que corresponde
a todo lo negativo y destructivo de la especie humana. Ambas formas de
inconsciente se relacionan de modo que la sombra individual puede conectar con
contenidos inconscientes colectivos potenciando su destructividad.
Del mismo
modo, lo inconsciente colectivo puede actuar sobre las mentes individuales constelando
fuerzas de gran capacidad devastadora. La tortura, el secuestro, el terrorismo,
el maltrato doméstico y tanto otros casos de crueldad pueden servir para ejemplificar
como funciona esta relación entre lo inconsciente personal y lo inconsciente
colectivo en cuanto a la figura de la sombra.
El
torturador puede adoptar a lo hijos de sus victimas y criarlos con el mismo amor
y cuidado que a sus propios hijos. Su sombra personal ha sido activada y constelada
por la sombra colectiva de quienes propician la tortura en el grupo, en una situación
de guerra, de dictadura o similar. De ese modo, el individuo comete actos de infinita
crueldad sin que esto le produzca el menor conflicto moral, porque se encuentra
dominado por la sombra de la colectividad a la que pertenece. Su consciencia
individual ha sido anulada, por lo que no es capaz de juzgar estos actos.
En
algunos casos, cuando se encuentran fuera de este influjo y recuperan la consciencia
individual perdida puede que lleguen a dirigir esa destructividad hacia sí mismo.
En el caso del maltrato se puede identificar un patrón de inferioridad/
superioridad y necesidad de dominio, además de una historia familiar de agresividad
y malos tratos que activa el vinculo de la psique personal con la colectiva.
El
maltratador no sabe que está repitiendo los patrones inconscientes que forman
parte de la sombra familiar de ambos miembros de la pareja. La elección de la
misma está siempre influenciada por factores inconscientes que cuando constelan
lo negativo de la sombra no pueden augurar un futuro saludable.
Los
dioses griegos representan arquetipos tales como; el varón dominante, seductor,
la lujuria, la esposa celosa e iracunda, la venganza, la injusticia con los
hijos, la traición etc. que son aspectos de la sombra universal. La figura de
Satán, o el demonio, puede ser considerada uno de los símbolos típicos la mitología
en la mente occidental, el cual nos ofrece una variedad de arquetipos humanos
relacionados con el poder. Otro símbolo de la sombra se puede observar en las
figuras que representan las relaciones, positivas o negativas, entre los
hermanos. El arquetipo de la rivalidad entre los hermanos está representado en
diferentes mitos; Caín y Abel, Jacob y Esaú. En los cuentos de hadas las
peripecias de los hermanos, así como los animales que ayudan al protagonista,
pueden representar aspectos positivos de la sombra. Todos conocemos el cuento
de Hansel y Gretel en el que dos hermanos se ayudan para afrontar la adversidad.
Así como
los pueblos se caracterizan por su propia idiosincrasia, su mente colectiva
tiene también aspectos reprimidos que constituyen la sombra de ese pueblo, o país.
En España se oye decir con frecuencia que la envidia es el mal nacional. Según nuestra
perspectiva podríamos decir que se trata de un aspecto de la sombra de España.
Esto se
hace comprensible analizando un fenómeno culturalmente extendido como es la tremenda
atracción que tienen (según dicen audiencia) los llamados programas del corazón
y la prensa rosa, que ofrecen un fenómeno interesante para todos los profesionales
de las ciencias humanas.Resulta curioso observar como se encumbra a personajes
que no son representativos de ningún valor humano digno de admiración, ni
respeto. Por el contrario, son individuos cuyas cualidades humanas y morales
corresponden a lo más zafio de la especie, verdaderos esperpentos humanos cuyos
rasgos de personalidad apuntan a un claro perfil psicopático. En un primer
paso, son ascendidos a la popularidad para posteriormente ser criticados,
vapuleados, humillados públicamente con una fuerza y un odio que resulta sorprendente.
Según esta dinámica crean personajes tal como Dr. Jekyl creó a Mr. Hyde para
después proyectar en ellos la sombra individual que solo contiene envidia y rencor.
Seguro que los protagonistas de este fenómeno después que han volcado hacia afuera
toda la amargura que guardan en su sombra llegan a sus casas llenos de amor y comprensión
hacia su familia y amigos. Psicológicamente, es una descarga momentánea que
jamás les llevará a la integración de este aspecto oscuro de la mente.
4. EL MANDALA: LA TOTALIDAD Y EL SÍ MISMO
El
desarrollo de la consciencia individual, de la fuerza e integridad del yo, es
lo que protege al individuo de caer en manos del potencial aniquilador que
procede de los aspectos negativos en la mente colectiva. Pero además es
necesaria la suficiente flexibilidad a los influjos inconscientes para
conseguir canalizarlos adecuadamente. De hecho, el encuentro con la sombra es un importante momento en el proceso
de individuación que conlleva la liberación de energía invertida en lo
inconsciente lo que significa su transformación en vitalidad y creatividad.
Este
encuentro requiere una buena dosis de valor y de motivación por el conocimiento
de uno mismo. Es decir, un alto grado de fortaleza y autoestima para poder
enfrentarse con aquellos aspectos que no son agradables y que, cuando menos, son
dolorosos. Aspecto que además no encajan con la imagen que socialmente nos
gusta dar cuestión muy importante en el mundo actual que da gran valor a la
apariencia.
El
narcisismo generalizado que caracteriza al hombre moderno dificulta enormemente
el encuentro con este lado oscuro y reprimido de la personalidad.
Dentro de
esta concepción energética de la psique, la sombra disociada de la consciencia
puede invadirla inesperadamente llevando al sujeto a comportamientos de violencia
inusitada, ansiedad descontrolada u otros tipos de actuaciones no habituales.
De este
modo se puede observar su transformación en el polo opuesto de su forma de ser.
La novela de Robert Louis Stevenson Dr. Jekil y Mr Hyde describe magistralmente
esta transformación. Dr. Jekyl es un científico honorable y bondadoso que crea
una sustancia mágica que separa todo lo negativo de lo positivo de su personalidad
dando origen a Mr. Hyde un personaje malvado que disfruta de la vida cediendo a
sus más bajos instintos.También en el mito del hombre lobo se muestra esta
dualidad. Lo mismo se observa en El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.
Cuando
este sustrato de la mente, que denominamos la sombra, es integrado adecuadamente,
ejerce un efecto transformador en el más positivo de los sentidos. Yo he oído
decir a muchos artistas que la práctica de su arte, sea éste la música, la
pintura, la danza, o cualquier otra, les ha permitido canalizar un potencial de
agresividad que de otro modo les habría llevado a un comportamiento antisocial.
Todas las
escuelas humanistas valoran el potencial de autorrealización que posee el ser
humano, potencial que les permite la transformación de sí mismo y si lo miramos
desde la perspectiva de la salud, la curación. El concepto de individuación de
Jung se refiere a la capacidad del ser humano para llegar a ser quien realmente
es mediante la integración de la
totalidad de la psique; consciencia, inconsciente personal e inconsciente
colectivo. El arquetipo de la totalidad que forma parte de lo inconsciente
colectivo es el organismo que rige este proceso.
Los
arquetipos de lo inconsciente colectivo, ue son patrones de comportamiento
innato en íntima relación con lo instintivo, representan todas las posibilidades
de manifestación de la conducta humana. Son aprehensibles nada más que en forma
de símbolos por ser éste el lenguaje natural de lo inconsciente. Así, la figura
de un mandala, que es un símbolo
universalmente reconocido de totalidad, es una de las múltiples formas de
manifestarse el arquetipo integrador de la personalidad denominado, en la
psicología analítica, el Si Mismo.
Un
mandala es literalmente un círculo aunque su dibujo sea complejo y esté a menudo
en un recinto cuadrado. Es una imagen del mundo, al mismo tiempo que la
actualización de poderes divinos. Podemos decir también que es una imagen
psicagógica que sirve para conducir a quien la contempla a la iluminación o, a
una experiencia trascendente. En términos psicológicos representa el arquetipo
central de la personalidad que favorece la integración de lo consciente y de lo
inconsciente. Jung observó, en sus pacientes, que cuando se activaba el proceso
de individuación estos comenzaban espontáneamente a dibujar figuras circulares,
verdaderos mandalas. El lo interpretaba como la activación de la capacidad de
síntesis de la psique en respuesta a la necesidad de reorganización cuando está
funcionando el proceso de individuación. Este era el modo más frecuente de
representar la constelación del arquetipo del sí mismo favoreciendo el proceso.
Son
infinitas las manifestaciones simbólicas que representan la noción de unión,
integración, renovación, totalización. Por ejemplo, las figuras de Jesucristo,
de Buda como representaciones de un desarrollo espiritual superior reflejan la
capacidad totalizadora del Si mismo que conduce a la espiritualización de ser
humano.
Hemos
dicho que lo inconsciente se expresa en forma de metáforas, de imágenes,
simbólicamente, y la forma más natural de acceder a él consiste en prestar atención
a las narraciones acerca de nosotros mismos que relatan nuestros sueños nocturnos.
Estos revelan historias, además de las que corresponden a nuestra biografía o vida
personal, en las que muchas veces encontramos motivos mitológicos, de leyendas populares,
de historias maravillosas, rituales ancestrales etc.
Pero, hay
muchas otros métodos psicológicos de acceso a lo inconsciente que ayudan a
promover el desarrollo personal y a identificar los efectos en la psique de los
arquetipos de lo inconsciente colectivo. A través del dibujo, la pintura, la
danza la imaginación activa y la representación de situaciones arquetípicas con
diversos medios. Todos los métodos dirigidos a canalizar la búsqueda de
espiritualidad del ser humano son también validos, sin embargo, no podemos
dejar de tener presente que en este campo también existe un lado sombrío. Por
ejemplo, la proliferación de sectas y/o falsas religiones.
El primer
paso del encuentro con la sombra se origina en una necesidad de cambio que
surge de una crisis personal. En ese
momento el individuo tiene vivencias de estancamiento, depresión, falta de
sentido de la existencia. Se siente frecuentemente angustiado, aislado o
incomprendido. Es el momento de enfrentarse consigo mismo. De preguntarse que
papel juegan sus actuaciones, y su forma de ser, en las dificultades que está
viviendo. Esta confrontación es difícil realizarla en soledad, se necesita la comprensión
o empatía con el otro. Un amigo, un
profesional de la psicología, un grupo pueden ayudar a crear el espacio
psicológico adecuado para comenzar el proceso de transformación.
Dentro de
este espacio protegido es posible hacer el camino para conectar con los
sentimientos de malestar, de miedo, angustia, culpa etc. Estas condiciones son necesarias
para tomar contacto con vivencias tan poco agradables y establecer una vía comunicación
con el lado oscuro de la psique.
5. EL SÍ MISMO Y EL CAMINO DE LA HUMANIDAD
En muchos
casos se observa que el perfeccionismo,
que forma parte de la psique de muchas personas luchadoras, no les permite
aceptar sus errores o fracasos, manteniendo una crítica muy fuerte hacia ellos
mismos como si la perfección fuese una condición humana. Desde esta postura no
se puede avanzar en este proceso porque se requiere un grado mínimo de
autoestima y aceptación de sí mismo para enfrentarse a la sombra. Es preciso
liberarse de esta presión para avanzar en el proceso de individuación, que no
deja otra opción que la confrontación con lo más oscuro y doloroso dentro de
uno mismo. Lo que de ningún modo debe ocurrir es la huída, que disocia la sombra creyendo que aquella imagen social
que se muestra públicamente es nuestra única y auténtica forma de ser. Como
todos los seres humanos somos tanto sublimes como patéticos, y eso hay que
asumirlo.
Cuando
podemos transitar en este terreno naturalmente, sin demasiada amenaza, nos
volvemos más tolerantes con el vecino, con el compañero, con el subalterno, con
el extranjero, con el pobre y hasta con el rico. No cabe duda de que el
encuentro con la sombra es un trabajo individual, enmarcado en una relación
humana significativa; en este sentido, la presencia del otro es indispensable.
Finalmente, sus efectos se proyectarán en nuestro entorno más próximo, pero
también en el aparentemente más lejano, en el de lo colectivo. El conocido
proverbio “siembra odios y cosecha tempestades” dice mucho sobre la propagación
de la oscuridad de la sombra en el entorno.
Es desde
el trabajo individual consciente con la propia sombra que se puede concebir
alguna esperanza para el futuro de la humanidad. Para esto hay que tener
presente que somos un microcosmos incluido en un macrocosmos, de modo que todo
lo que ocurre en el individuo no solo se proyecta en su entorno mas cercano
sino que también tiene efectos en lo colectivo a través de lo inconsciente. Si curamos
nuestras heridas, también estamos curando las de la humanidad. Para erradicar
el odio, la guerra y la destrucción, debemos comenzar por asumir nuestros
propios odios y resentimientos, y esto implica despejar el camino hacia la autenticidad, búsqueda espiritual que conduce a la
trascendencia.
A partir
del sentimiento de humildad que surge cuando nos sentimos una pequeña parte del
universo, teniendo presente la relación de psique individual y la psique colectiva,
se puede vislumbrar un sendero que conduzca alguna vez a la paz.” La sombra
solo es peligrosa cuando no le prestamos debida atención”, nos dice Jung.
domingo, 15 de febrero de 2015
jueves, 12 de febrero de 2015
CMC: Trabajo sobre las Drogas -Tema 3
MIND-SURF. K. Malpica |
"Droga" significa tanto remedio como veneno.
ANDREA: BURUNDANGA
MARIBEL: AYAHUASCA
ALEJANDRA: CANNABIS
RENNIS: AZÚCAR Y CAFEÍNA
MABEL: PEGAMENTO DE LOS NIÑOS DE LA CALLE
VANESSA: COCAÍNA
NOELIA: ALCOHOL
Guión del trabajo para su exposición oral:
1- Historia como planta sagrada y usos tradicionales
3- Actualidad jurídica y social de la substancia
4- Efectos psicoactivos, adictivos y consecuencias para el organismo
5- Mercado, consumo actual
Algunas Referencias (podéis buscar más):
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/guiaDrogas.pdf
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/observa/home.htm
http://www.mind-surf.net/drogas/
http://www.escohotado.com/historiageneraldelasdrogas.asp
http://www.tiempodehoy.com/mundo/plantas-sagradas-indigenas-de-medicinas-a-drogas
https://www.youtube.com/watch?v=QsRcg9J1cKA
miércoles, 4 de febrero de 2015
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