El cuerpo es
un espacio eminentemente expresivo,
un nudo de significaciones vivientes.
Merleau-Ponty
Según Gorgias, la palabra es
aquello con lo que nos comunicamos, es decir, no es lo real existente; así como
lo visible no es audible y viceversa. Nuestra palabra no puede llegar a ser lo
real existente, ya que este tiene su realidad objetiva fuera de nosotros. Y al
no ser la palabra lo real existente, no puede ser esto último comunicado a
otro.
Entonces mi curiosidad sobre el
tema me hace pensar que estoy de acuerdo con Gorgias. Al igual que él, pienso
que la palabra no comunica lo real existente. Sin embargo, encuentro en la
comunicación no verbal otro método de comunicación, el cual representa el 70%
de la comunicación humana, dejando el otro 30 % a la comunicación verbal. Esta comunicación es más directa
y “consciente” por no estar contaminada de un previo razonamiento y
transformación en palabras, que es cuando no podemos expresar la verdadera
realidad.
A todo esto, una compañera dice
que con el lenguaje corporal también podemos mentir, al ir sonriendo por la
calle mientras sentimos otra bien distinta. Pero lo que ella no sabía, es que
existen una serie de “micro-expresiones faciales”, las cuales son comunes a
todos los seres humanos indistintamente de raza, religión o cultura. Esto esta
demostrado con experimentos realizados a niños de diferentes culturas e incluso
a un ciego -por lo tanto tampoco se pudo aprender con la memoria visual.
Podemos decir que el lenguaje
corporal transmite una información de manera más directa a la vez que
inconsciente al ser humano, en primera instancia, dando por hecho que quien
estudie con profundidad este campo desarrollará conocimientos suficientes para
controlar y tener consciencia de ello. También me he dado cuenta de que el
lenguaje no verbal abarca más realidad en cuanto a comunicación que la palabra,
ya que con él podemos comunicarnos con los animales.
Por último, destacar el
importantísimo papel que juega el lenguaje no verbal ya que va de la mano con el
comportamiento de los roles y estereotipos sociales que hay en la sociedad. Por
ejemplo, recuerdo haber leído un experimento en el que se grababa a una madre y
a su hija conversando con un sujeto. Las dos, inconscientemente, se mandaban
mensajes de este tipo: cuando la hija estaba interactuado con el hombre de una
manera que atraía su atención, la madre se tocaba la nariz en señal de desaprobación,
y la hija inmediatamente cambiaba de actitud. Estos experimentos se realizaban
en habitaciones gravadas y sin audio, interpretando únicamente el lenguaje no
verbal. Así pues, el lenguaje no verbal está presente en los roles sociales,
cierta jerarquía parental en las relaciones cotidianas y por supuesto, en la
seducción del ser humano.